10 de febrero de 2011

Escucha, pregunta, escucha, pregunta…

Pon un PMP en tu Empresa y…

36.       planificará las comunicaciones (3): Escucha, pregunta, escucha, pregunta…


“quien pregunta pasa por tonto un día, quién no pregunta será tonto toda la vida”

                                                         Proverbio chino

Tu PMP, ávido lector de blogs y experiencias (errores) de otros PM, para justificar las continuas preguntas que te hace y para que no pienses que es medio tonto, te contará lo que leyó en un post de  A. Jordan, otro sufrido y muy experimentado (léase mayor) project manager. Una historia muy reveladora sobre la necesidad de preguntar.

Cuenta que recién estrenado como project manager se le encargó un proyecto de alguien que acababa de ser despedido de la empresa. Esto le produjo cierto desaliento y preocupación máxime para él un Baby PM que no distinguía un riesgo de un patrocinador (aunque, con el tiempo, aprendería que, a veces, éste lo sea).

Todo el mundo le preguntaba qué había pasado con su predecesor y él, como ni lo sabía ni quería saberlo, siempre les respondía que su cabeza (la del predecesor) no hacía tiempo que no estaba ya con la compañía. Pero, mientras, recibía rumores como "He oído que fue despedido por no ser capaz de dar un presupuesto del proyecto preciso" o "Oí que había discutido con el sponsor y éste lo echó”…

Tanto rumor, tanta incertidumbre hacía que su cabeza se dedicara a pensar sobre cosas que no quería pensar - el destino de su predecesor y las posibles consecuencias de su trabajo. Y perdía de vista su verdadero objetivo: hacer un buen trabajo en su primer gran proyecto. Muchas noches sin dormir, sin comer bien y cuestionándose si eso del project management era lo suyo.

El proyecto acabó exitosamente –dice Jordan que más por la suerte y el esfuerzo de su equipo que por sus habilidades (pero qué modestos son los PMPs¡¡) - y tenía una reunión de revisión con el patrocinador que, lógicamente estaba de muy buen humor. En la cercanía que se estableció durante la charla éste sacó el tema de su predecesor y dijo que “sintió mucho echarle, pues tenía un gran potencial, cometería errores como es normal que ocurra y se aprenda de ellos,… … pero mintió en su curriculum y eso es algo que no pudimos admitir”.
 
Así que esa fue la razón por la que su predecesor fuera despedido. Nada que ver con su capacidad de gestión de proyectos, de hecho, se esperaba que la gestión del proyecto no sería perfecta. Cuanta Jordan que se podría haber evitado todas las noches sin dormir y todo el miedo de perder su trabajo habiendo preguntado al inicio a su patrocinador cuáles eran sus expectativas respecto a él y descubrirle sus temores porque le pudiera ocurrir lo que le había ocurrido a su predecesor.

Una pregunta simple y seis meses de su vida hubieran sido más fáciles. Concluye que, desde entonces, nunca volvió a tener miedo de hacer una pregunta.

Si, ya lo dice el dicho, preguntar no es ofender. Pero ¡¡¡Cómo nos cuesta preguntar¡¡¡

2 comentarios:

  1. Tememos preguntar... imaginemos cuánto más se nos dificulta... cuestionar!

    Saludos!

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  2. Acuerdo totalmente. Y creo que se abre un punto que seria importante tratar, el cuestionamiento de la autoridad. En mi empresa estamos definiendo cual es el Rol de Gte. de Proyecto, y mas allá de las definiciones de libro, las encuentas con la gente que trabaja con nosotros muestra, en alta proporción, que no somos muchas veces lo que esperan?, porque?
    Sds

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