25 de enero de 2011

Pon un PMP en tu Empresa y… 29. planificará (¡cómo no!) cómo lograr un producto que haga feliz al cliente

Si pones un PMP en tu empresa, querido empresario, director general,… gran jefe en definitiva, te hará una breve explicación de cómo le gusta abordar a él algo tan importante como es la calidad del nuevo producto que pretendéis lanzar. Para tu PMP la gestión de la calidad del proyecto incluye los procesos de organización que determinan las políticas de calidad, objetivos y responsabilidades e incluye tres procesos:

·          Planificación de la calidad
·          Aseguramiento de la Calidad
·          Control de Calidad de

1. La planificación de la calidad

Yu PMP tiene claro que se debe iniciar con una definición clara del objetivo del proyecto. Y no es fácil. Muchas preguntas y dudas conviene formular y aclarar:

¿Cuál es el producto o entrega supone llevar a cabo?
¿Qué aspecto tiene?
¿Qué se supone que tiene que hacer?
¿Cómo medimos la satisfacción del cliente?
¿en qué caso el cliente, al ver y utilizar nuestro producto o servicio, nos mirará con una sonrisa de oreja a oreja?
¿en qué caso el cliente, al ver y utilizar nuestro producto o servicio, fruncirá el ceño y echará pestes?

La respuesta a estas y otras preguntas le ayudará a identificar y definir los objetivos de calidad, lo que le permitirá discutir el enfoque y los planes necesarios para alcanzar dichos objetivos. Esto incluirá

la evaluación de los riesgos de no alcanzar el éxito añorado (sonrisa de oreja a oreja -y otro contrato, a poder ser)
el establecimiento de requisitos de alto nivel (todavía no entraremos al detalle) altos estándares,
los métodos y pruebas para lograr, controlar, predecir y verificar el éxito (y el no-éxito a tiempo).

Para ello

se asegurará que incluye las tareas de gestión de calidad en el plan del proyecto –hay quien piensa que la calidad es gratis, no lleva tiempo y no requiere personas…¡¡cachondos!!-

y delegará estas tareas a algún miembro de su equipo de trabajo al que –no te quepa duda- lo tendrá ya evangelizado y repetirá como un mantra “calidad es hacer las cosas bien cuando nadie está mirando (Henry Ford)-

y, eso sí, les pedirá qué información, cada cuando y de qué modo quiere recibir para saber que las cosas van como se preveían y no llevarse disgustos demasiado tarde –que ya sabes que cuando más tarde descubramos un pastel, más caro será su arreglo-.

2. Aseguramiento de la Calidad

Aquí, ya te contará tu PMP, no se trata de ver si el producto, los entregables, están de acuerdo a lo requerido sino si el plan de calidad en particular y el plan de dirección del proyecto está llevando a cabo de una manera aceptable y si caben mejores (¡siempre!).

Tu PMP se organizará para que mediante el uso de los indicadores cualitativos y cuantitativos pueda medir que los procesos son los adecuados para dar como resultado un producto que logre satisfacer al cliente.

Estas pruebas o auditorías de calidad le ayudarán a predecir y verificar el logro de las metas y determinar la necesidad de acciones correctivas. E informar sobre el estado de la calidad en reuniones periódicas de revisión del proyecto.

3. Control de calidad

Por último preparará el control de calidad que no son sino técnicas operativas destinadas a garantizar los estándares de calidad. Aquí sí que se fijará en el producto. Que no se salga de tolerancias. Que sea lo que se había quedado. Y, sobre todo, que no le mandes nada incorrecto al cliente (que no suelen gustarle estas sorpresas).

Esto incluirá identificar, analizar y corregir los problemas. Si bien el aseguramiento de la calidad se produce antes de que un problema es identificado, el control de calidad es reactivo y se produce después de que un problema haya aparecido.

Algo que te repetirá hasta la saciedad: ¡¡jefe, mejor planificar y prevenir la calidad que inspeccionarla!!

El control de calidad supervisa los resultados específicos del proyecto y determina el cumplimiento de las normas aplicables. También identifica los factores de riesgo del proyecto, su mitigación, y busca formas para prevenir y eliminar los resultados no satisfactorios

Qué bonito todo, verdad? Calidad, calidad, calidad,….. ¿Y qué es la calidad? Yo cada vez lo tengo menos claro porque como cantan Jarabe de Palo “Todo depende… ¿De qué depende?”

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